Con la soga alrededor del cuello de Galtier, una poderosa tormenta se estaba gestando para el Paris Saint-Germain entre el creador de arte Kylian Mbappe y Lionel Messi con un tiro libre en el minuto 94 por 4-3 para vencer al Lille y salvar el pellejo de su entrenador, vivían en el abismo durante la mayor parte del segundo acto.
El Parque de los Príncipes tuvo un día digno de investigar. Con su asesor deportivo, Luis Campos, pasa de la decepción más absoluta al éxtasis más extravagante. Perdiendo 3-2 tras el gol de Jonathan Bamba en el minuto 69, Campos caminó desde el área penal hasta la grada, gesticulando a su equipo con desprecio y vulgaridad. Ha tenido varias peleas con algunos jugadores en las últimas dos semanas, y parece inquieto por la posibilidad de que Galtier sea despedido.
Sin embargo, pasó de los gritos y los gestos sin depurar al éxtasis con el gol de Messi, que dio la vuelta a la tortilla con un lanzamiento de falta que puso fin a la racha de tres derrotas consecutivas de su equipo. Como un adicto a los bares, Campos saltó a la cancha al final del juego, incluso permitiéndose tomar las decisiones.
El asesor del Paris Saint-Germain ciertamente espera una fuerte reacción de su equipo, atrapado en una dinámica peligrosa y rodeado de controversia. La última la protagonizó esta semana Neymar, que se fue a jugar al póquer y a comer hamburguesas tras una derrota en la ida de octavos de final ante el Bayern (0-1). Previamente, tras la derrota por 1-3 ante el Mónaco, Campos tuvo un intercambio de disparos con algunos jugadores, y su actuación no varió cuando se le pidió que subiera al escenario.