La estrella brasileña Neymar está una vez más en el ojo del huracán por su estilo de vida mientras el Paris Saint-Germain intenta salir de una crisis en su partido de liga contra el Lille mañana.
El club parisino ha perdido tres partidos seguidos (liga, copa y Champions League), una racha que no veía desde noviembre de 2011, cuando asumió el actual técnico catarí.
Si sumas otras dos derrotas ligueras, el PSG ha perdido cinco partidos en poco más de un mes, y la remodelación del vestuario del verano pasado no parecía estar funcionando, y el jefe Christophe Galtier, que llegó en pretemporada, ha sido cuestionado.
La última derrota fue la más significativa, una derrota por 1-0 ante el Bayern de Múnich el martes pasado, que también comprometió seriamente el verdadero objetivo del PSG, la Liga de Campeones, ya que parecía indudable que no ganaría la débil liga francesa.
Tras esa derrota, Kylian Mbappé instó a sus compañeros a darlo todo para avanzar a los octavos de final en Alemania. "Por encima de todo, nuestros jugadores deben estar en forma. Todos deben comer bien, dormir bien y estar bien preparados", dijo la estrella francesa.
Pero justo al día siguiente, cuando surgieron fotos de él en un torneo de póquer, Neymar dio instrucciones -algo que había prometido desde hace tiempo- y cenaba hamburguesas en una cadena de comida rápida.